Se habla mucho de que tener las ideas claras es muy importante cuando se trabaja, o cuando se lleva el timón de un negocio. Pero, ¿cómo se puede conseguir algo así?
Durante los últimos años, el ámbito empresarial ha empezado a ser testigo y partícipe de un curioso fenómeno que va muy ligado a la mente y su poder. El mindfulness está adquiriendo una relevancia descomunal.
¿Pero qué es exactamente? Y mejor aún, ¿a qué se debe tanta revolución con este método psicológico? Lo cierto es que su aplicación otorga interesantes ventajas tanto para jefes como para trabajadores en las empresas.
Esa es la clave de su revolución, aunque vamos a ahondar en ello para entender mejor qué hay tras este fenómeno que está poniendo patas arriba el ámbito empresarial.
¿Por qué se ha vuelto tan importante el mindfulness en las empresas?
Es cierto que el mindfulness no es algo joven, de hecho, sus orígenes datan de hace muchísimos años.
Sin embargo, su extensión y aplicación en las empresas es algo que sí que ha ido cogiendo inercia recientemente.
La capacidad para focalizar la atención en el presente, que es su premisa principal, ha demostrado con creces ser algo esencial para que una empresa llegue a buen puerto.
Como bien se explica en la guía más completa del mindfulness, esta práctica está siendo fundamental en las empresas. Permite a todo trabajador y empresario centrarse en el presente, lo que le permite vislumbrar las situaciones con mayor claridad y, sobre todo, actuar con más frialdad y eficacia.
A la hora de dirigir un negocio, o de formar parte de este, se antoja esencial. De hecho, vamos a ver las ventajas que facilita el mindfulness a las empresas. Qué es lo que realmente ha hecho que se vuelva tan importante.
Mejora la capacidad de concentración
Sin dejarse llevar por juicios o por posibles escenarios futuros que perturben su pensamiento, es capaz de actuar con mucha más precisión y concentrarse sobre todo en la tarea que está desempeñando.
[publicidad_articulo]Gracias a esto, el trabajador es mucho más capaz de hacer sus labores con más eficiencia. También, el empresario es más capaz de llevar a cabo su labor con un mejor rendimiento.
En definitiva, toda la empresa se optimiza y gana en rendimiento, lo que le permite conseguir mejores resultados con un menor coste. Y todo, sí, gracias a una mayor capacidad de concentración.
Estabilidad en el equipo
Personal que se ayuda entre sí, personas que se llevan bien dentro del trabajo y que consiguen un ambiente muy positivo y que refuerce las ganas de formar parte de él, que fomente las ganas de trabajar.
El mindfulness ayuda mucho en esto porque ayuda a evitar tensiones y limar asperezas. Los trabajadores tienen mucho más claro cuál es su papel en el negocio y cómo debe ser su día a día, dando importancia a lo que realmente la tiene.
Así, pueden coordinarse con mucha más destreza y llevar a cabo las tareas conjuntas con mayor eficiencia. Mejora la comunicación, mejoran los resultados y mejora el ambiente de trabajo en el negocio.
Eliminación del estrés laboral
Esa sensación de agobio porque el trabajo nunca acaba y porque no se está en un ambiente cómodo es, desafortunadamente, bastante común.
[publicidad_articulo]Y ese es otro de los puntos que se atajan gracias al mindfulness. Poniendo esta práctica en marcha, las personas consiguen mejorar su rendimiento en el trabajo y, a través de una mayor capacidad de atención, logran cerrar tareas pendientes en el menor tiempo posible.
Además de esto, se dejan a un lado problemas que, con otra mentalidad, ser convertirían en todo un mundo.
Más facilidad en la dirección de la empresa
Con una mente turbia y abierta a mil frentes diferentes, es difícil decidir bien porque no hay capacidad para centrarse bien en la propuesta, las consecuencias y las posibles opciones que hay. Sin embargo, con el mindfulness, esta tarea es mucho más sencilla.
El empresario tiene una mayor capacidad para acertar en sus decisiones, porque le resulta más fácil aislar cada cuestión y valorar los posibles escenarios que dibujen las opciones.
Es más sencillo tomar el camino adecuado cuando la mente se centra por completo en esa decisión.
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