La mayoría de jóvenes soñamos con ser emprendedores, crear grandes empresas, ganar mucho dinero y cambiar el mundo.
Pensamos, ingenuamente, que para lograrlo debemos pasar primero por la universidad, conseguir un buen empleo, escalar, hacer una maestría, tener un mejor salario, adquirir la “experiencia necesaria”, y luego, cuando todo esté perfecto, emprender esa idea de negocio que desde el la universidad tuviste en mente.
Si bien este es un camino válido, hoy queremos presentarte una nueva alternativa mucho más práctica, arriesgada, llena de aprendizajes y retos, pero que, sin lugar a dudas, vale la pena tener en cuenta.
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Como planteamos en el título, para cambiar el mundo no necesitas vivir todo este proceso que nos ha dicho que es obligatorio. Para cambiar el mundo necesitas abrir tu computador, crear una comunidad en línea, agregar valor, tener constancia, dedicación (entre otras cosas), y tener la voluntad para trabajar desde cualquier rincón del planeta.
Antes de explicar cómo lograrlo, es importante aclarar que no es un proceso fácil ni rápido. El hecho de que tu negocio dependa de un computador, que puedas trabajar desde cualquier lugar con acceso a internet, y no requiera grandes inversiones, no significa que no tendrás que trabajar duro ni esforzarte.
Dejando esto claro, comencemos:
Si no hay pasión, no hay nada:
Será difícil, y a diferencia del proceso tradicional, tendrás que enfrentar la incertidumbre todos los días. ¿Qué implica esto? Que si no te apasiona lo que haces, y no ves un propósito más allá de levantarte a trabajar todos los días, tarde que temprano renunciarás. Tenlo por seguro.
Es difícil entender qué nos apasiona, y más porque creemos que es algo que surge de la noche a la mañana. Sin embargo, la realidad es que tu pasión es producto de la disciplina, de tener la mente abierta a experimentar nuevas cosas y el enfoque para descartar tantas distracciones que tienes.
Enfocarte en el contenido
Una vez entiendas qué te apasiona, tendrás que enfocarte en el contenido. Identifica qué tipo de contenido se te facilita crear (imágenes, videos, entrevistas, artículos, infografías) y comienza a producirlo todos los días.
Esta es la parte que nadie quiere hacer, donde nadie reconoce lo que estás haciendo, donde no sabes si te estás equivocando y cuando peor aun, no hay resultados que justifiquen tus esfuerzos.
Lee bien: ¡Continúa adelante!
Ante la pregunta de cuánto contenido debes producir, asegúrate que sea la mayor cantidad posible; de esta manera comenzarás a crear una comunidad a la cual posteriormente podrás vender tus productos y servicios por medio de diferentes herramientas.
¿Donde compartir el contenido?
Lo primero es que debes tener un blog, o un sitio web, donde alojar tu contenido. Aquí tienes una guía para crear tu sitio en 10 minutos. No obstante aquí no termina la tarea.
Debes tener medios efectivos que lleven tráfico a tu sitio web, ¿cómo lograrlo? Aquí tienes una serie de alternativas:
- Creando comunidades en redes sociales como Facebook, Twitter e Instragram.
- Usando la herramienta de email marketing Acumbamail para enviar contenido directamente al correo de tus seguidores.
- Creando una buena estrategia de palabras claves.
- Invirtiendo en publicidad digital tanto en Google Adwords como la publicidad de Facebook.
Existen dos puntos claves para hacer crecer tu comunidad y lograr vender tus productos: Constancia y Agregar valor
Constancia:
Tienes que publicar todos los días, generar contenido todos los días, estar pendiente de tu comunidad a diario; identificando qué les gusta y que no, qué genera buena conversión y qué comentan…
En pocas palabras, entender esos puntos de inflexión que te permitirán crear productos que solucionen sus problemas o mejoren sus vidas.
Agregar valor:
No se trata de lo que tú pienses que va a gustar, sino lo que tu comunidad quiere. Recuerda que esto es un negocio, y uno de los puntos claves para generar ingresos es crear una comunidad interesada, atraída y dispuesta a comprarte varias veces.
¿Y como se logra esto? Agregando muchísimo valor. Si bien esta respuesta no es lo suficientemente clara, la mejor forma de saber si estás haciéndolo es preguntándote si tú compartirías ese contenido, si lo comprarías, y más importante aun, si estarías dispuesto a recomendarlo a tus amigos.
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Con el tiempo, y aplicando los aprendizajes, tu comunidad comenzará a crecer. Sumándole inversión (como todo negocio requiere), verás crecer tu audiencia no solo en números, sino en conversión.
Nota: De nada sirve tener comunidades inmensas con una conversión baja. Es preferible tener una comunidad reducida, pero que esté dispuesta a pagarte.
No necesitas un gran tamaño para vender tus productos:
Muchas personas creen que para cambiar el mundo necesitan una comunidad inmensa, olvidando que la mejor manera de hacerlo es comenzar de la manera más simple y pequeña posible: con una sola persona.
Entrevista a tus seguidores más fieles y entiende qué les duele respecto a tu tema, qué puntos se podrían mejorar y en qué manera tú los puedes ayudar. Cuando conectes sus dolores, con tus habilidades, y oportunidades del mercado, habrás encontrado un producto o servicios para venderles.
Este proceso de estar en contacto con tu comunidad es sumamente clave para crear productos rentables, es imprescindible que desde un inicio tu comunidad entienda que tienes un negocio, y que si bien parte de agregar valor y mejorar sus vidas, tu objetivo es monetizar tu conocimiento.
¿Cómo empezar a vender?
Comienza con un producto fácil de hacer, escalar y que no requiera de tu presencia constante para venderse; pueden ser ebooks o cursos, incluso podrías recomendar productos de otras personas que te dejen una comisión.
La idea es medir qué tan dispuesta está tu comunidad a comprar.
Puede que la primera versión no guste mucho. Es por esto que debemos ser constantes; para tener la capacidad de lanzar una segunda versión y hacer nuevas pruebas. Con el tiempo irás encontrando qué gusta y qué no, sabrás que están dispuestos a pagar y cómo.
Es en este momento cuando debes aplicar el último paso:
Automatiza lo más que puedas:
Como lo mencionamos en el título: “Para cambiar el mundo no necesitas abrir una empresa, necesitas abrir tu computador”, así que automatiza lo más que puedas tu proceso para que este no dependa de ti.
Cuando tu comunidad comience a generar ingresos busca personas que te apoyen, de esta manera, por un pago por tarea o periodo, podrás crecer aun más tu comunidad sin requerir tu presencia.
Invierte en herramientas que hagan el trabajo difícil por ti, que te brinden la libertad de tiempo para dedicarte a buscar nuevas maneras de hacer crecer tu negocio.
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Para terminar, debes tener presente que todo lo que acabas de leer requiere trabajo duro, esfuerzo, tener una pasión y muchísima constancia. Las ideas que tienes en tu mente no se harán realidad porque pienses en ellas todos los días, se hacen realidad cuando hagas algo al respecto.
Así que si quieres cambiar el mundo, cierra este artículo y comienza a trabajar de inmediato.